¿Cómo elegir mi colchón?
Cuando elegimos dónde dormir, tenemos que recordar algo muy importante: lo que no vemos es lo que cuenta, cosas como el diseño y la calidad de los componentes internos. Son estos componentes los que marcan la diferencia entre un buen colchón y uno no tan bueno. A veces las ofertas pueden parecer terribles gangas, pero cuando al poco tiempo empecemos a sentir los dolores propios de un mal apoyo, esos pesos que hayamos ahorrado no van a parecer tan importantes. La compra de un colchón de alta calidad (ya sea de látex, de resortes u otro material) nos va a ayudar a dormir mejor por dos razones: primero que da el confort y el apoyo que nuestro cuerpo necesita, y segundo porque vamos a tener la seguridad de haber hecho una inversión muy sabia en un producto que nos va a durar muchos años.
Así que veamos... ¿cómo elegir el mejor colchón?
1 - Enfocate en TU necesidad
Primero lo primero: No existe un sólo colchón ideal para todo el mundo. Lo que es perfecto para un amigo tuyo, puede no serlo para vos, y viceversa. Entonces antes de empezar a buscar preguntate: ¿Qué estás buscando en un colchón? ¿Tenés algún dolor específico? ¿Solés transpirar mucho al dormir? ¿Cuánto es lo máximo que podés gastar? ¿Tuviste alguna mala experiencia antes... qué falló esa vez? Y llevale toda esta información a la persona que te esté asesorando en la compra.
2 - Comprendé la ciencia detrás de cada colchón
En el mercado existe una enorme variedad de materiales. Y saber qué buscar dentro de cada colchón te va a ayudar hacer una mejor elección. Veamos qué es lo importante en cada uno.
- RESORTES: Se recomienda que tengan resortes individuales para minimizar la transferencia de movimiento a lo largo del colchón, y evitar molestar a la persona con la que dormimos si nos movemos mucho.
- ESPUMA: Lo mejor es que combinen diferentes tipos de espuma, de distintas densidades, y firmeza, para adaptarse a la forma de la columna.
- LÁTEX: Generalmente es la mejor elección, pero siempre chequeá que sean de látex natural, en lugar de látex sintético, ya que de lo contrario se pierden muchas de sus propiedades.
3 - Elegí el soporte adecuado
El soporte que da el colchón a nuestro cuerpo es uno de los puntos cruciales al elegir qué comprar. Depende de la construcción interna, de los materiales utilizados y de cómo éstos trabajan para brindar apoyo. Está relacionado con cuán duro/firme o suave se siente el colchón. Existe una enorme gama de posibilidades y beneficios, pero en última instancia es una cuestión de preferencia personal. Y por eso siempre hay que probar lo que estamos comprando.
Acá te comparto algunos puntos adicionales a tener en cuenta:
- Si sufrís dolores de espalda crónicos, o alguna condición en la columna, lo ideal es que consultes con tu traumatólogo antes de hacer cualquier elección, ya que es quién va a saber qué es lo que tu cuerpo necesita.
- Otro punto a considerar es el peso de tu cuerpo: los cuerpos más pesados deberían evitar los colchones muy suaves o de espumas de baja densidad, mientras que aquellos que pesan menos deberían evitar un colchón muy firme.
4 - Elegí el tamaño adecuado
Antes que nada, si ya tenés una cama o base de sommier, es imperativo que la midas bien antes de comprar un colchón. No creerías la cantidad de veces que hemos tenido que achicar o agrandar colchones porque no estaba bien tomada la medida.
Si, por el contrario, tenés que comprar todo, vas a ver que hay una gran variedad. Y la medida exacta depende de cada fabricante.
- El de una plaza (80x190 cm.) es para chicos, adolescentes o adultos de tamaño medio que duermen solos.
- Para adultos que duermen solos, pero tienen mayor tamaño, o buscan un poco más de espacio para mayor comodidad, se recomienda una plaza y media que puede ser de 90, 100, 110 y hasta 120 cm. de ancho, y 190 de largo.
- A esta medida le siguen las camas de 2 plazas, que si bien tradicionalmente son de 140x190, también se hacen de 130 ó 150 cm. de ancho. Son perfectas para dormir en pareja y se las conoce también como "Matrimoniales".
- Para mayor comodidad están las camas Queen Size, que miden 160x190. También se las conoce como 2 plazas y media, aunque estas también pueden medir 180x200 cm.
- Por último, las más grandes son las conocidas como King Size, que miden 200x200 cm.
Como podrás ver es un lío y hay mil opciones, así que mi recomendación es siempre consultar por la medida exacta, en lugar de la denominación. Por ejemplo: "Quiero un colchón de 100x190", en lugar de "Quiero un colchón de una plaza y media", sobre todo si ya tenés la cama.
5 - Evaluá tu presupuesto
Te soy sincera, si querés un colchón que dure mucho tiempo, que sea cómodo y no genere dolores raros, vas a tener que gastar dinero. Lamentablemente no existen colchones que sean realmente buenos y baratos. Pero te voy a decir algo: 25 años.
25 años es la media de tiempo que una persona promedio pasa durmiendo a lo largo de su vida. Un buen colchón tiene una vida útil de entre 8 y 12 años. Un 33% de ese tiempo vamos a estar durmiendo ahí. Si lo vemos de esta forma, nadie podría discutir que se trata de una inversión. Estamos inviertiendo en nosotros, en nuestro bienestar y en nuestra salud.